viernes, 17 de junio de 2011

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La secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, firmó ayer un acuerdo con los embajadores de Guatemala, Francisco Villagrán de León, y de Nicaragua, Francisco Campbell, para proteger los derechos de los ciudadanos de ambos países que trabajan en suelo estadounidense.
El Departamento de Trabajo y las embajadas y consulados locales de estos dos países centroamericanos colaborarán para distribuir información a los trabajadores inmigrantes sobre sus derechos laborales.
"Hay muchos empleados indocumentados que no saben que también tienen derechos en este país. La ley de Estados Unidos les protege tengan o no tengan papeles", afirmó Solís.
Consultas confidenciales
Tanto los embajadores como Solís se esforzaron en subrayar que todas las consultas que se reciban en las oficinas y las líneas telefónicas habilitadas tendrán carácter confidencial, de manera que los trabajadores en situación irregular puedan solicitar información sin temor.
Los acuerdos con Nicaragua y Guatemala se suman a los que Estados Unidos, a través del Departamento de Trabajo, firmó ya con El Salvador y México, y que, según Solís, "han ayudado a muchísimos trabajadores inmigrantes en este país".
Solís aseguró en declaraciones a los medios después de la firma del acuerdo, que con estos cuatro convenios se ha cubierto ya a "un gran porcentaje" de los trabajadores inmigrantes en EU, pero manifestó, no obstante, su intención de promover iniciativas similares con otros países.
Los salarios, la seguridad laboral y las leyes de salud son los tres temas en los que los trabajadores inmigrantes --que en muchas ocasiones afrontan también la barrera del idioma-- pueden ser más vulnerables.
Los trabajos que registran mayor número de violaciones de las leyes laborales pertenecen a la construcción, la limpieza y la hostelería, ámbitos que concentran una gran cantidad de empleados inmigrantes.
La barrera del inglés       
Uno de los principales problemas que afrontan los trabajadores inmigrantes es que algunos de ellos no comprenden el inglés, y la mayoría de los empresarios que los contratan no pueden explicarles sus tareas en otra lengua.
"Nosotros les animamos a que se queden en nuestro país, pero una vez que deciden intentar buscar su futuro en Estados Unidos, lo que tenemos que hacer es protegerles para que conozcan sus derechos y sepan qué herramientas tienen a su alcance para defenderlos", dijo el embajador de Guatemala, Francisco Villagrán de León.
Por su parte, el embajador de Nicaragua explicó que su país preguntó a México por su experiencia tras un acuerdo similar que firmó con el Departamento de Trabajo. Ante los buenos resultados que obtuvo ese país, Managua decidió rubricar el convenio.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Trabajo proporcionará un número de teléfono gratuito al que podrán llamar los trabajadores inmigrantes durante las 24 horas del día para tratar de solucionar sus dudas o problemas.
La OSHA se encarga de hacer cumplir las normas de seguridad y salubridad en el trabajo.
Con esta iniciativa, el Departamento del Trabajo pretende, asimismo, identificar mejor los problemas que tienen que afrontar los trabajadores inmigrantes para plantear soluciones y recursos más eficaces.
"No sólo estamos proporcionando esta herramienta para ayudar a los trabajadores inmigrantes a lidiar con situaciones incómodas, injustas o peligrosas, sino también para evitar, a través de la información, que ocurran este tipo de problemas", concluyó Solís.

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